El Colectivo Revolucionario Plurinacional Marxista Comunitario, frente a la ofensiva del imperialismo y de la derecha reaccionaria y racista, se dirige al pueblo de Bolivia

para expresar lo siguiente:

1. El Proceso de Cambio surgió antes del año 2006 y no finalizará con la gestión del actual gobierno, que constituye un eslabón de la larga cadena de hechos políticos e históricos del proceso de liberación de su único y legítimo dueño: el pueblo boliviano. En su gestación y desarrollo sacrificaron sus vidas centenares de héroes y heroínas. Todo esto permitió el tiempo de la Revolución Democrática y Cultural como momento de transición al objetivo estratégico: la construcción del socialismo comunitario. Después de recuperar el gobierno, es un deber revolucionario recuperar el proceso para profundizarlo.

2. El gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca, hoy asediado por el imperialismo y la derecha de todos los pelajes, es también producto de la lucha del pueblo boliviano, que en las jornadas de julio y agosto de 2020, con el bloqueo nacional de caminos más grande de nuestra historia, logró una victoria política sobre la dictadura de Añez-Murillo,  para después convertirla en el triunfo electoral del 55,1%. Entonces el pueblo otorgó mandatos a nuestro gobierno: lograr la reactivación y la estabilidad económica, vencer a la pandemia Covid 19, restituir el derecho a la educación, pero también recuperar y reconducir el Proceso de Cambio que fue momentáneamente derrotado por el golpe de Estado de noviembre del 2019.

3. Estamos en un contexto de mayor crisis mundial del capitalismo y de una turbulenta transición hegemónica mundial: la inflación desenfrenada amenaza una hambruna en varios puntos del planeta. En este contexto, el gobierno ha logrado estabilidad y reactivación económica, ha superado la crisis sanitaria, sus resultados son elogiados a nivel internacional; precisamente estos éxitos, que no se pueden desmentir, rompen con las ilusiones y posibilidades electorales de la derecha y que explica su arremetida antidemocrática para lograr el acortamiento del mandato del gobierno de Luís Arce y retomar el gobierno a como de lugar  a favor de esa casta oligárquica que ya se aplazó en 2019 y 2020.

4. Está en desarrollo un plan conspirativo: la derecha pretende la derrota estratégica del pueblo con el objetivo de cerrar cualquier posibilidad de recuperar el proceso de cambio. No se trata de que el censo sea el 2023, o de reformar la justicia, nada de esto les interesa. Están haciendo funcionar una estructura golpista de acuerdo a los manuales elaborados por agencias de EE.UU. que conducen a un golpe de Estado, utilizando todas las armas de la guerra hibrida. Los componentes políticos (partidos y plataformas), sociales e institucionales (Comités cívicos, empresarios, gremiales, ADEPCOCA), propagandísticos (consorcios de la comunicación, iglesias, redes sociales) y militares (grupos paramilitares, militares jubilados, militares y policías activos) están ejecutando un plan de desgaste y desestabilización, que comprende paros y huelgas cívicas y sectoriales, difusión de rumores y noticias falsas o tergiversadas, acusaciones infundadas, desabastecimiento o subida de precios artificialmente, etc.  Todos estos componentes dependen de una dirección que está en la embajada norteamericana, allí surgen las directrices para su accionar político, incluida la estrategia de implosión del MAS, que es parte de otras acciones destinadas a desorientar, neutralizar o suprimir las acciones populares para impedir la sedición.

5. Precisamente, en el desarrollo de esta estrategia de desgaste, la tarea central es dividir el bloque indígena popular, meter cizaña entre el gobierno y el MAS, y extender las fisuras provocadas con operaciones activas al interior del MAS hacia las organizaciones sociales. Por ello, la intención de crear un organismo paralelo a la COB y/o conminatorias a exigir congreso ya de la COB, o con falsas interpretaciones defender a las AFPs y oponerse al funcionamiento de la gestora, es decir, crear incertidumbre, confusión, el caos de enfrentar todos contra todos, meter leña en todas las hogueras para debilitar, neutralizar y paralizar la fuerza de los movimientos sociales. La división del campo popular es el prerrequisito para el éxito y triunfo de esta ofensiva derechista.

6. No hay que menospreciar al enemigo, es falsa la idea común de que la derecha no tiene proyecto. Su objetivo es retomar el gobierno, tener la totalidad del poder, precisamente para aplicar su proyecto, que no es otro que ponerlo al servicio de la oligarquía en todas sus expresiones y de su amo el imperialismo para destruir el Estado Plurinacional y restituir el neoliberalismo como principio rector de la economía, la cultura y la sociedad. Entonces podrán aplicar las recetas que recomendó para Bolivia el FMI, que supone, la devaluación de la moneda, subir el precio de la gasolina, de las tarifas de transporte y servicios, de los alimentos, pero también suprimir las conquistas sociales de los trabajadores y del pueblo boliviano: congelar los sueldos, anular el aguinaldo y los bonos sociales. En definitiva, entregar los recursos naturales a las transnacionales y beneficiar económicamente a un grupo reducido de oligarcas, como era antes del 2006.

7. El proceso de cambio está en una encrucijada o toma el camino de la reconducción y profundización o termina derrotado por la conspiración derechista. La unidad de las fuerzas sociales y políticas es el requisito para cumplir la tarea fundamental de este momento: la defensa del gobierno. La unidad no puede ser un acto declarativo, en estos momentos difíciles la tarea es organizar al pueblo y a sus organizaciones para la defensa de la democracia como autodeterminación de los pueblos y el gobierno popular, que es producto de su movilización. Las medidas políticas, económicas, sociales y culturales deben ser para fortalecer el control del Estado sobre nuestros recursos naturales y el fortalecimiento de las empresas estratégicas con el objetivo de generar recursos frescos y empleos, reforzar la soberanía, creando las condiciones para avanzar de la estabilidad a la recuperación y profundización del proceso de cambio con la construcción de poder popular.

8. En estas circunstancias de una ofensiva del imperialismo y de la derecha, conminamos a la inmediata y necesaria articulación entre la jefatura política del instrumento político y la jefatura institucional del Estado; ya llegará el momento de la crítica y la autocrítica para hacer un balance integral del proceso de cambio y de establecer, en su debido tiempo, la estrategia electoral. La tarea principal, por la cual debe movilizarse el MAS, el aparato burocrático, las organizaciones sociales y las fuerzas de la izquierda, es la defensa del gobierno de Arce- Choquehuanca para seguir el camino del proceso de cambio.

9. Frente a los peligros señalados, convocamos al pueblo, a las organizaciones políticas y sociales a declarar la movilización en todas las ciudades y en cada uno de los rincones de nuestra patria para defender nuestros logros y conquistas, y para mantener abierta las puertas de la esperanza y la revolución.

¡¡UNIDAD Y MOVILIZACIÓN POPULAR EN DEFENSA DEL GOBIERNO!!¡¡RECUPERACIÓN PLENA Y PROFUNDIZACIÓN DEL PROCESO DE CAMBIO!!

Cochabamba, 15 de octubre de 2022

Colectivo Revolucionario Plurinacional Marxista Comunitario

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