El desaprobado gobernador Camacho

Un reciente estudio de la Fundación Friedrich Ebert (FES) realizado en octubre habría revelado que el 90% de los entrevistados desaprueba al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, se trata de un estudio que la FES realiza periódicamente y que consiste en un cuestionario respondido por un grupo de 136 personas elegidas según “criterios de diversidad y pluralismo en posicionamiento político, género, región y edad.

En el mismo estudio se señala también que el Alcalde de La Paz, Iván Arias le sigue con un total combinado de desaprobación de 75%; y finalmente el Alcalde de Santa Cruz Johnny Fernández es desaprobado por el 49%.

El único que obtiene aprobación favorable es el Presidente del Estado, con 55%; la Alcaldesa de El Alto, Eva Copa es aprobada por el 28% y el Alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa por el 24%.

La respuesta de la encuesta con relación a Luis Fernando Camacho apunta a sus acciones nada constructivas en la línea democrática y en los resultados pésimos de su gestión que no llegó a 17% en lo que va este año.

En tono por demás altanero y desafiando, con dotes de quien ya lo tiene el poder en sus manos, el gobernador Camacho, mantiene en este momento a ese departamento secuestrado por un capricho de una dizque resolución de su cabildo de septiembre que quiere que el Censo se realice en 2023.

Camacho no ha estado en el Consejo de Autonomías, pudo asistir a la mesa técnica del 15 de agosto y la desacreditó inmediatamente después de haberla aplaudido; y el sábado 22 de octubre, simplemente tenía la intención de gritar y salir. Postura que en más de dos oportunidades no ha sabido justificar técnicamente y, al no verse con argumentos, tiro un portazo y se retiró de la misma sin mostrarle al país alguna alternativa viable.

Una persona que en su aire de poder se atribuye tomar decisiones a espaldas del pueblo cruceño no creemos que sea “democrático”, porque ese cabildo del 30 de septiembre solo contaba con 225 mil personas y no el millón y medio que él y “sus medios” dijeron.

Camacho y su élite en pleno centro de la conspiración, nos han reafirmado su incapacidad de convencer a quienes los tenían adormecidos durante mucho tiempo, le interesa poco o nada que exista respaldo al Comité cívico o a los representantes de esas élites.

Camacho y su élite han reafirmado su incapacidad de construirse a sí mismos sin excluir al otro, por eso su reiterado afán de reivindicar mil veces el “éxito del modelo cruceño”, donde los otros no pueden entrar y a los que les queda solo la desvalorización y el odio.

Camacho y su élite no creen en la conversión de los kollas, para considerarlos como iguales; solo le queda mirarlos como inferiores y por eso grita y es un peligro, porque expresa una mezcla de autoritarismo, nacionalismo, populismo, conservadurismo, racismo, etnocentrismo, y desprecio del pluralismo, rasgos que manifiestan un posfascismo.

Su lugar no es la democracia ni la convivencia pacífica. Personajes de esta estirpe solo están hechos para la destrucción no para la construcción de un país con democracia y con igualdad social.

Finalmente, diremos que la encuesta de desaprobación solo es un indicador más de la conducta de una autoridad que ya viene censurada desde 2019 que el pueblo lo conoce por sus acciones que clarifican su perfil fascistoide, confrontador y que no construye democracia.

Y frente a la agresión al pueblo cruceño con su paro indefinido, hay un pueblo que se propone desafiar todos los días por su sobrevivencia, existe un pueblo que no se doblega ante ese desastre y se levanta por encima de las ofensas, y continua su camino a conquistar la tierra prometida, porque tarde o temprano la historia se encargará de pedirle cuentas.

*Luis Camilo Romero, es comunicador boliviano para América Latina y el Caribe

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