A ochenta años de la gloria, ¡volveremos a vencer!
El 9 de mayo de 2025 conmemoramos el 80 aniversario de la victoria histórica de la Unión Soviética sobre el nazismo, la expresión más aberrante y perversa del capitalismo. En 1945, el glorioso Ejército Rojo, con un sacrificio sin parangón, doblegó a la maquinaria de muerte de Hitler, forzando su rendición incondicional y poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial. Este triunfo no fue solo una victoria militar, sino la salvación de la humanidad frente al abismo del fascismo, que con sus campos de exterminio, millones de víctimas y ciudades arrasadas, representó la cúspide del horror.
La Unión Soviética, con la sangre de más de 20 millones de sus hijos e hijas, encarnó la resistencia heroica que cambió el curso de la historia. Sus soldados, trabajadores y campesinos, en un acto supremo de amor patrio, detuvieron y aniquilaron al monstruo nazi, mientras los aliados occidentales, encabezados por Estados Unidos, aguardaban oportunistas para reclamar un triunfo que no les pertenecía. La democracia que pregonaban no era más que una máscara para perpetuar el imperialismo, que pronto se repartiría el mundo, relegando a nuestra América Latina a la condición de «patio trasero» para saquear sus recursos y sojuzgar a sus pueblos.
Tras la guerra, la humanidad soñó con una era de paz, convivencia armónica y respeto a la autodeterminación. Sin embargo, el imperialismo, lejos de ceder, intensificó su dominio. En los años 60, Cuba, faro de rebeldía, enfrentó un bloqueo inhumano y la imposición de dictaduras serviles a Washington. Hoy, la Revolución Bolivariana en Venezuela, el FSLN en Nicaragua y las victorias populares en las urnas son baluartes contra las nuevas formas de fascismo, colonialismo e imperialismo que amenazan nuestra Abya Yala. En un mundo donde la hegemonía yanqui se tambalea, el imperio redobla su agresión, desatando guerras híbridas y manipulando elecciones para aplastar toda resistencia.
Bolivia, codiciada por sus riquezas naturales, no escapa a esta ofensiva. La guerra híbrida ha fragmentado al campo popular, buscando reinstaurar un pasado de exclusión y neoliberalismo. Frente a esto, nuestros pueblos deben unirse con mayor fuerza, derrotando a la derecha reaccionaria en las calles y las urnas, defendiendo nuestros recursos, la Madre Tierra y las conquistas de años de lucha. Nuestra resistencia debe entrelazarse con la de los pueblos y gobiernos antiimperialistas, anticoloniales, antipatriarcales y antifascistas del mundo, fortaleciendo la solidaridad contra la agresión yanqui y promoviendo proyectos de integración soberana.
El legado de la Unión Soviética nos enseña que la victoria es posible cuando los pueblos se alzan con determinación. En este 80 aniversario, renovamos nuestro compromiso con la lucha por un mundo libre de opresión, donde la justicia y la solidaridad prevalezcan.
¡Arriba los pueblos del mundo!
¡Abajo el imperialismo yanqui!
¡Viva la solidaridad de la Patria Grande!
INTERNACIONAL ANTIFASCISTA CAPITULO BOLIVIA
Bolivia, 9 de mayo de 2025