Liberales de hoy y de ayer

Mariano Melgarejo, ha pasado a la historia boliviana como: “el tirano romántico” (Max Daireaux) o el “caudillo bárbaro, o el “capitán del siglo”, estos adjetivos ocultan al reformador estatal que impuso profundos cambios estatales como ejecutor del pensamiento económico liberal. No se trata entonces de un “bárbaro” gobernando un país, sino de un “modernizador” de la economía boliviana. Como sabemos el sistema de propiedad feudal y la producción minera fueron los ejes de la economía boliviana, desde tiempos coloniales, pero el desarrollo del comercio, principalmente en la ciudad de La Paz, requería de un mercado interno dinámico, con capacidad adquisitiva, por lo tanto, había que convertir a los comunarios en asalariados, esta es una de las razones para las modificaciones en la propiedad de la tierra, juntamente con la llamada expansión del sistema de hacienda y liberando mano de obra, para migrar hacia los centros urbanos.

Esta tensión entre una minería de origen colonial, pero ya en el molde de la economía capitalista, el sistema de hacienda y el mercantilismo paceño fueron definiendo los ajustes liberales en Bolivia, que explican el remate de tierras de comunidad ordenada por el gobierno de M. Melgarejo.

El pensamiento liberal, estuvo presente en las decisiones de la formación de los Estado nacionales, sino veamos las disposiciones de Bolivar que pretende realizar una reforma agraria, anulando la propiedad comunitaria de tierras e imponer la propiedad individual, por eso la tan ansiada “libertad” fue solamente para las capas sociales que, descontentos con rendir cuentas a la corona, tan lejana y castigadora, decidieron su “independencia”; no así para las comunidades (pueblos originarios) que siguieron sometidos a su condición de siervos y mitayos que impuso el sistema colonial.

Los liberales de hoy tienen el mismo pensamiento, todo lo que tenga olor y sabor a “comunidad” “colectivo” “solidario” “público” les parece una rémora para el “desarrollo” (capitalista por supuesto) y toda la inversión social o productiva desde el Estado es calificada como “gastadera y robadera”, porque en la mente liberal el dinero del Estado debe servir únicamente para proteger y promover la iniciativa económica privada/individual, ligada a los grandes mercados mundiales, de esta mentalidad hemos heredado la imposibilidad de generar un verdadero proceso de industrialización y fuimos convertidos en meros productores de materias primas, condición que será acelerada por el gobierno liberal de turno.

Mariano Melgarejo liberalizó la tierra, impulsó el librecambismo, y la acuñación de moneda feble que generó crisis económica, realizó concesiones a compañías extranjeras, exactamente igual a las propuestas de los liberales de hoy. ¿Por qué, con una gestión de gobierno cercana a los 180 años de políticas liberales, Bolivia sigue siendo un país subdesarrollado? Justamente por eso, el liberalismo nunca tuvo una visión de país, el carácter dependiente, de origen colonial, condicionó la mirada de un Estado y modelado por el ejemplo externo, por eso los liberales de hoy se identifican con los EEUU (pese a su crisis) y su economía. No tienen el coraje de explicitar su semejanza con el ultraliberal del sur, claro es que no le va muy bien que digamos.

El liberalismo del pasado, como política de Estado, fue el causante de las pérdidas territoriales, de la pérdida del mar, de regalar nuestro estaño, fue el autor de masacres de quechuas, aymaras y guranies, los liberales de hoy también siguieron la tradición de masacrar al pueblo (V. Paz = Amayapampa y Capacirca, Banzer Tuto Quiroga = la guerra del agua, Goni = febrero negro y la guerra del gas, Tuto y aliados = Senkata y Sacaba) siguieron la tradición de regalar nuestras materias primas y nuestro acumulado económico social, con las privatizaciones. Ya conocemos lo que nos espera y no debemos mirar para otro lado.

Terminaremos estas notas con un silogismo: Melgarejo era liberal, Tuto es liberal, por tanto, Tuto es Melgarejo.

Antonio Abal O.

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