DECLARACIÓN POLÍTICA – OCTAVO AMPLIADO NACIONAL

La lucha por un mundo multipolar enfrenta al imperialismo yanqui contra los pueblos del mundo, mediante acciones abiertas y encubiertas que apuntan a la mantención de su hegemonía en el mundo y en lo que considera su patio trasero. El verdadero interés del imperio, enmascarado hoy en día en Bolivia bajo disfraz democrático, es imponer un gobierno dócil que ponga nuestros recursos naturales estratégicos (litio y tierras raras, entre otros) en manos de su maquinara bélica para continuar su dominio en el mundo. Como parte de esa política, el imperialismo se ha propuesto dividir al pueblo boliviano y ha desarrollado una estrategia exitosa de enfrentamiento al interior del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, incubando una campaña de descrédito, acusaciones y contracusaciones que, finalmente, muestran a las organizaciones sociales divididas y al pueblo desconcertado.

La crisis por la que atraviesa el país es una crisis inducida; así, las elecciones judiciales fueron comedidamente postergadas en el Parlamento hasta llegar al callejón sin salida que determinó la prórroga de los magistrados; con ese pretexto, la oposición se solaza bloqueando los créditos internacionales indispensables para diversos proyectos particularmente de municipios rurales, acentuando la desconfianza y la crisis económica regional. Ante el estruendoso fracaso de la línea de enfrentamiento violento propiciada por el ala radical de la derecha con el paro de 36 días, la derecha “moderada”, siguiendo órdenes de sus mandantes del norte, se ha propuesto promover una crisis económica local que socave definitivamente al gobierno y al MAS IPSP en su conjunto, para empezar la narrativa de un ansiado y supuesto “final de una era”. Todos y todas han caído en esta trampa y cada quien pone lo suyo para agravar la situación, con la secreta esperanza de que el derrumbe finalmente los beneficie en sus propias ambiciones personales y de grupo.

Que nadie se llame a engaño. La oposición viene creando las condiciones para un nuevo golpe de Estado; éste puede ser un golpe duro como el aventurado por Jeanine Añez y compañía; pero no es descartable un golpe blando que apunte al acortamiento de mandato del gobierno actual. Detrás de ello vendrá la hecatombe para desarticular al movimiento popular. Frente a esta situación, el Movimiento Guevarista de Bolivia (MG/ELN) llama una vez más a la reflexión y a la unidad a quienes se atribuyen el derecho de vociferar, decidir y dividir al pueblo boliviano y a sus organizaciones. El instrumento político de bolivianos y bolivianas no tiene dueños ni patrones; él fue parido por la lucha y sacrificio de quienes, desde la época de las dictaduras, arriesgaron la integridad, pusieron el pecho, el hambre, la miseria, el dolor y la vida misma por una patria digna y soberana. Ese mismo pueblo, con la sabiduría que lo caracteriza, castigará a quienes hoy, en su nombre, preconizan la división. Ese mismo pueblo alumbrará, más temprano que tarde, los derroteros por los que debe transitar nuestro Proceso de Cambio para profundizarse en la perspectiva histórica del socialismo comunitario. Aún es posible empezar a hacerlo hoy para poner una muralla al fascismo que, como en Argentina, echa gasolina al fuego para, sobre la base de la división y el desconcierto popular, imponer un gobierno regresivo y de derecha, que nos devuelva al pasado ominoso de la república discriminadora, mendiga y neoliberal.

Frente al intento regresivo del imperialismo y sus operadores locales, los y las guevaristas de Bolivia ratificamos nuestra defensa intransigente de la unidad del pueblo y de la democracia por encima de todo cálculo.

¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!

Bolivia, 3 de marzo de 2024

Dirección Nacional

MOVIMIENTO GUEVARISTA DE BOLIVIA – MG/ELN