El tiempo de Paz – Lara, la carga demagógica continúa

Comienza una nueva etapa para el pueblo boliviano con el nuevo gobierno de Rodrigo Paz y Edmand Lara, un gobierno que anuncia que habrá cambios profundos, sobre todo en la economía, y que según Paz Pereira marcarán un horizonte diferente.

Paz habla de un país devastado, una economía quebrada con las reservas internacionales más bajas en 30 años. En su discurso maneja las típicas frases que hace cada presidente al llegar, que los bolivianos “no tienen qué comer si éramos tan ricos con tanto gas y litio”, “que los gobiernos dejaron en la peor crisis de las últimas cuatro décadas”.

Pero Paz Pereira, se olvida del periodo 2019 – 2020, donde éste, defendió a un gobierno de facto, asaltó las arcas del Estado en menos de 10 meses que le duró al gobierno de facto de Jeanine Añez.

Habla de transformar el Estado y no la Patria con la que se llena la boca, en cada discurso, marcando una nueva trilogía parecida a Orden, Paz y trabajo del tiempo de Banzer, solo busca matizarla con una nueva de: “Dios, Familia y Patria… ¿hay alguna diferencia?

Volvió con su típica muletilla de acabar con “el Estado tranca”, esa será la frase que los sectores opositores de ahora, harán seguimiento a su política, donde ya se habla de achicar el estado, que gobernará con control fiscal, apertura estratégica al mundo para atraer inversiones, posicionar a Bolivia en los mercados internacionales y garantizar la reactivación del crédito, el empleo y la innovación a través de un esfuerzo conjunto entre Estado, sector privado y trabajadores.

Son anuncios con tinte publicitario carga demagógica que, en parte, ya se dijeron en su campaña, donde remarca que hablará con la verdad para gobernar, y lanza un mensaje indirecto a Evo Morales, señalando que “nadie está por encima de la ley, y que hará cumplir con el rigor que se lo demande.

Y finalmente, en medio de su euforia por llegar a la silla presidencial, porque ni él se lo esperaba, habla de construir una patria con justicia social que cobije a todos, que incluya a la clase media, a los trabajadores, a los sectores más vulnerables de la sociedad. ¡Nada cierto de ése anuncio! cuando bien sabemos que no gobernara con organizaciones sociales que han sido excluidas, como ya lo hizo con algunos de los símbolos de los pueblos, entre ellos la whiphala.

Lo cierto es que no vemos planteamientos de fondo en un gobierno que llega respaldado por el imperio, con una marcada incertidumbre desde inicio, por un escenario que ya anuncia pugnas de poder al interior de su propio gobierno.

*Luis Camilo Romero, es comunicador boliviano para América Latina y el Caribe

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