La fundación de la COB: Nacimiento y Crisis

Entrevista al c. José Pimentel, ex dirigente minero

Fausto Cárdenas: Bueno queremos pedirles mil disculpas a todas las personas que nos están viendo, hemos tenido algunos problemas técnicos, pero ahora si queremos iniciar con esta entrevista y darles la bienvenida a este ciclo de “Memorias Insurgentes”, un espacio donde vamos a poder conocer diferentes facetas por las que ha pasado nuestra Bolivia, y conocer de cerca de repente la historia no contada o de la cual sabemos poco.

Fernando Valdivia: Muchísimas gracias, soy periodista y bueno muy contento de poder ser parte de este panel, de este grupo de gente que da inicio a “Memorias Insurgentes” un programa que esperemos tenga una muy larga vida.

Yo tengo ahora el privilegio de poder presentar a nuestro invitado de honor que es el compañero José Pimentel, de quien en reiteradas ocasiones yo he señalado que no requiere presentación alguna, puesto que es un personaje, un dirigente muy conocido en la vida política y sindical de nuestro país, diré simplemente de José que él es hijo de un gran dirigente minero, uno de los héroes de nuestra clase obrera que es Don Irineo Pimentel, ya fallecido y qué José, su hijo, siguió las huellas del padre en la lucha sindical y revolucionaria de nuestro pueblo; señalaré que desde muy joven José Pimentel se incorporó a las luchas de nuestro pueblo y fue militante del Ejército de Liberación Nacional y del Partido Revolucionario de los Trabajadores de Bolivia. En circunstancias que de esa naturaleza es, fue apresado por la dictadura de Hugo Banzer Suárez, encarcelado, sometido a vejámenes y fue uno de los últimos presos políticos en recuperar su libertad gracias a la lucha de las mujeres mineras, que protagonizaron una heroica huelga de hambre que tumbó a esa dictadura; y, finalmente, podemos decir de José que ha sido también Ministro de Estado, ha sido Ministro de Minas en el Gobierno del compañero Evo Morales. Bueno pues José, un privilegio tenerte con nosotros y te damos la más cordial bienvenida y estamos muy pero muy atentos a todas tus palabras.

José Pimentel: Agradecidos por la invitación y desearles éxito en este nuevo intento comunicacional “Memorias Insurgentes”, yo creo que el pueblo está llamado a conocer su pasado, a temor de cometer los mismos errores del pasado ya no como drama sino como tragedia, aquí estamos entonces.

Fernando Valdivia: Gracias, José, creo que podríamos dar inicio con una breve reminiscencia tuya de lo que fue la Central Obrera Boliviana (C.O.B.), de lo que es; no toda una historia completa, porque eso demandaría mucho tiempo, simplemente los hitos más importantes de lo que ha sido la C.O.B., en este momento de su crisis también, particularmente conocer su génesis.

José Pimentel: Bueno hay que situarlo históricamente. La Central Obrera Boliviana (C.O.B.) nace un 17 de abril de 1952, que es decir, 5 días después de que los combates en la insurgencia del 9 de abril habían cesado, se había firmado el pacto de Laja, Paz Estensoro ya había retornado, organizado su primer gabinete y el pueblo que había participado en esta acción, que no era parte de la estructura golpista conspirativa, ve que es necesario dotarse de una dirección para que el sacrificio de más de 30.000 víctimas entre heridos y muertos de la insurrección del 9 de abril, no fuera en vano. Es con este propósito que se reúnen compañeros fabriles, compañeros mineros, maestros, bancarios, trabajadores públicos, “empleados” como se llamaban, así logran organizar la Central Obrera Boliviana (C.O.B). La primera resolución de este encuentro es apoyar la presencia de Juan Lechín y Germán Butron en el Gabinete de Gobierno de la “Revolución Nacional” cómo se llamaba en ese entonces, consideraban que era importante la presencia de los trabajadores (en el gobierno), por cuanto había un sector del M.N.R. (Movimiento Nacionalista Revolucionario) que no pensaba en las transformaciones estructurales del país. Esto ya se había visto en los entretelones del 11 de abril, cuando grupos del M.N.R se negaron a anunciar la Nacionalización de las Minas, fue la presión del compañero Lechín que encabezaba un grupo armado numeroso en ese entonces, que obligó prácticamente a Siles Zuazo a anunciar esta medida en la concentración victoriosa del 11 de abril.

La segunda Resolución de esta reunión de Fundación de la C.O.B., establece un programa revolucionario, donde se plantean básicamente la nacionalización de las minas, de los ferrocarriles y la revolución agraria. Es el aparato productivo lo que en última instancia nos va a dar riqueza y bienestar. Y este es el planteamiento primario de la Central Obrera Boliviana (C.O.B.), es en torno a este programa que se desarrollará las luchas de la Central Obrera Boliviana (C.O.B.).

El primer periodo con el M.N.R., naturalmente estaba en virtud y dedicado a consolidar estas dos medidas fundamentales: la nacionalización de las minas y la reforma agraria. Si bien se anuncia la nacionalización de las minas el 11 de abril, recién se concreta el 31 de octubre, es decir, más de siete meses después de haberse anunciado. Esto significa, que las empresas Patiño, Hochschild y Aramayo tuvieron suficiente tiempo para evitar el envío de los insumos para la actividad minera; para precautelar los bienes que tenían en las ciudades, o finalmente para preparar un cerco contra la nacionalización de las minas. Por eso los primeros años de la vida institucional de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) son de deficiente actividad, por qué no habían repuestos, no había combustibles, en ese momento todo el combustible se importaba, y eran las trabas que puso el imperialismo, tampoco tenían dinero, los primeros envíos que se hizo de los concentrados de estaño fueron embargados, porque se consideraba a quien había iniciado un juicio defendiendo su propiedad. Es así que, se entró a una etapa de negociación, es cuando Patiño logra una cuantiosa indemnización, al igual que Aramayo y que Hochschild.

Uno de los planteamientos iniciales de los trabajadores que implicaba el concepto de industrialización del país, eran las fundiciones de estaño, los mineros con sorpresa se dieron cuenta que no era simplemente nacionalizar. Los concentrados nacionales llegaban igual a las fundiciones de Patiño y naturalmente, ahora el negocio de Patiño era ya cobrarnos un valor extraordinario por el proceso de la fundición, más allá del transporte, etcétera. Fue este tensionamiento de visiones que caracterizaron al primer Gobierno del M.N.R.

La otra medida trascendental “La Reformar Agraria” no respondía a la visión que tenía la Central Obrera Boliviana (C.O.B.), ella hablaba de Revolución Agraria, es decir, llevar la ciencia y la tecnología a la producción agraria y lo que hizo el M.N.R. fue fragmentar las haciendas, dividirlas, históricamente se dicen en minifundios, propiedades de una hectárea, de media hectárea para los campesinos, y que con el desarrollo de la familia se convirtió en mini surco y paralelamente la reforma agraria dio la posibilidad de crear latifundios en tierras vírgenes, es decir en el oriente. La producción agrícola bajo naturalmente porque las haciendas, las pocas que tenían maquinaria, equipo, simplemente se parcelaron y las maquinarias quedaron abandonadas o ya no se utilizaron porque requerían extensas tierras.

Entonces este es el fraccionamiento del primer periodo que la Revolución del 52 tuvo; aquí la C.O.B. impulso estas dos medidas, más allá de haber fortalecido las milicias armadas. Es en este periodo que se da la primera traición, no solamente de visión de país, sino de acción concreta, cuando le M.N.R. acepta la ayuda norteamericana para estructurar el Ejército. Y aquel ejército derrotado en las jornadas de abril es estructurado con una visión norteamericana que ya consideraba a América Latina como su patio trasero, como su retaguardia. Y, entonces los problemas que podrían haber en América Latina, no era un enfrentamiento con potencias extra intercontinentales, sino los problemas de la insurgencia popular en nuestros países. Por esto el Ejército Boliviano fue diseñado para controlar el orden interno en Bolivia, naturalmente que esta política fue rechazada por la clase trabajadora, pero un discurso muy fácil que decía: que los oficiales y las clases de este nuevo ejército serían los hijos de obreros y campesinos. Pero, posteriormente el 65 veremos que son estos oficiales de origen popular los que participan en las masacres de Sora Sora, de San Juan, etc.

El problema no está en el origen, sino en el carácter que tienen las fuerzas represivas y estas fuerzas represivas fueron constituidas para defender el régimen burgués que se consolidó con la traición de la Revolución del 52.

Tal vez la etapa mucho más creativa de la Central Obrera Boliviana (C.O.B.), se da en el segundo periodo. Hay elecciones, el periodo insurreccional no tuvo una institucionalidad, se reconoció a Paz Estensoro y Siles Zuazo como presidente y vicepresidente, pero no se dejó que funcionarán las cámaras de diputados y senadores, donde naturalmente la correlación de fuerzas no eran muy favorables para el M.N.R., entonces dejó ese espacio de debates, de legislación, pendiente, hasta las nuevas elecciones que se realizan en 1956, esta vez a través, del voto universal y popular; hasta ese entonces las elecciones se realizaban por el voto censitario, es decir, aquellos que iban a censarse y en el censo demostraban que sabían leer y escribir, pero además tenían rentas que les permitían vivir, una cosa que era indemostrable particularmente para las mujeres, y el saber leer y escribir excluía a un 60, 70 por ciento de la población boliviana. Las elecciones del 56 permitieron que la clase trabajadora tuviera una representación casi mayoritaria en el Parlamento, era el grupo más fuerte que había en ese conglomerado que, naturalmente lo dominaba el M.N.R., pero al interior del M.N.R. habían tendencias y el sector obrero, en ese sentido era mayoritario frente a los pazestenssoristas, frente a los silistas, los guevaristas, el sector obrero era mayoritario, es por su impulso que se logran algunas transformaciones fundamentales como ser: la dictación del Código de Seguridad Social o la Ley de Reforma Educativa, que si bien a esta altura podemos tener ciertos reparos u observaciones, para su época fueron instrumentos revolucionarios que permitieron que el compañero campesino acceda a la educación, pero también que los obreros y su familia tenga asegurada una vejez digna. En este periodo la Central Obrera Boliviana (C.O.B.) no dejó de pelear cuando se trataba de defender los intereses nacionales, es así que cuando Siles Suazo con chantajes logra que el Parlamento apruebe la dictación del código del petróleo que se llamaba “Código Davenport” (porque fue un norteamericano el que lo redactó) surgieron las voces de protesta del proletariado minero y de la Central Obrera Boliviana (C.O.B.)

Por una parte, el Gobierno del M.N.R. estaba nacionalizando las minas y por otra parte estaban borrando la nacionalizaciones que ya en 1936 había hecho el teniente coronel Germán Busch, había una contradicción ideológica en este acto y naturalmente la clase obrera los llamó traición.

La fortaleza del Movimiento Sindical Boliviano empezó por la izquierda; fue en este periodo de Siles Suazo, que conjuntamente con Walter Guevara, pretenden dividir a la Central Obrera Boliviana (C.O.B.) con la creación de la C.O.B.U.R. (Central Obrera de Unidad Revolucionaria); para esto utilizaron un mecanismo propio de patrones y de gobiernos, creando la quinta columna al interior del movimiento obrero, y esto lo lograron a través de prebendas, de favoritismos que hicieron a algunos sectores, como los ferroviarios .

Los ferroviarios tenían en esa época una pulpería barata al igual que los mineros, pero eran de servicio, tenían su propia caja de Seguridad Social antes de que se cree la Caja Nacional de Seguridad Social, y se les respetó su derecho pero no se respetó el principio de la universalidad y de la unión de gestión que establecía el Código de Seguridad Social, con ellos se pretendió dividir a la C.O.B. y también con sectores campesinos. Felizmente no dio mayor resultado esta maniobra, más allá de peleas internas que se dieron en el sector minero; recordemos los enfrentamientos en Huanuni 1959, los enfrentamientos en el Valle alto de Cochabamba donde guevarista y lechinistas se enfrentaban, pero esta posición de la C.O.B. de defender las Banderas de Abril contra las desviaciones que se realizaban desde el Gobierno fue una constante de este periodo.

Finalmente, la C.O.B. rompió con el M.N.R. en el periodo del 60 al 64, cuando la acción del imperialismo se volcó para destruir la participación obrera de los trabajadores en la gestión de la Corporación Minera de Bolivia. Con decisión imperialista se aplicó el plan triangular que buscaba reducir la fuerza laboral de las minas, que pretendía excluir a los trabajadores del control obrero de las gestiones y hacerle simplemente un sindicato salarialista, economicista, que no se meta en la política, esta misión naturalmente tuvo que ser enfrentada por los trabajadores. Juan Lechín era vicepresidente y por una argucia de Paz Estensoro fue despachado como embajador a Italia y naturalmente su ausencia fue aprovechada para implantarse con Estados de Sitio, con detenciones, con ampliados manipulados. Recuerdo el ampliado de agosto del 61: primero apresan a los dirigentes sindicales del Siglo XX y Catavi, entre ellos Federico Escobar, Irineo Pimentel, Filemón Escobar, apresan a dirigentes connotados como Simón Reyes, y con la ausencia de ellos se hace un ampliado en la ciudad de Oruro donde se aprueba el Plan Triangular. Es decir, que en los hechos el Cogobierno se somete a las medidas antiobreras y antinacionales que toma el Gobierno de Paz Estensoro. El rompimiento total se dará en el Congreso de Colquiri de diciembre del 63, cuando la clase trabajadora minera señala que el Gobierno de Paz Estensoro habría traicionado las Banderas de Abril y sólo desplazando a éste del poder podía la clase obrera retomar estas banderas.

Bueno, de este periodo glorioso, podríamos decir que la Central Obrera Boliviana logra implantar dos conquistas fundamentales: la nacionalización de las minas, la reforma agraria y hacer transformaciones fundamentales en la educación y en la Seguridad Social. La lucha por la defensa de la COMIBOL (Corporación Minera de Bolivia) y la creación de los hornos de fundición también son elementos que enfrentan a la clase trabajadora con los gobiernos de Siles Zuazo y Paz Estenssoro.

El otro periodo que le toca vivir a la C.O.B., ya es la época de las dictaduras, un periodo que se extiende de 1964 prácticamente a 1982, no es un periodo continuo de dominación en las dictaduras, hay espacios que se han venido denominando “Espacios de Recuperación Democrática” de “Alza de las Masas” eso ocurre en 1969 después de la muerte de Barrientos ocupa el poder Alfredo Ovando Candia, que reconoce a los sindicatos que habían sido proscritos en 1965; que nacionaliza los hidrocarburos y que le da a la C.O.B. la posibilidad de organizar un congreso, su Cuarto Congreso que declara como objetivo estratégico el Socialismo, posteriormente se avanzará más con la apertura de la Asamblea del Pueblo en 1971, esto fue el vaso que rebasó la paciencia de los militares y nos sometieron a la dictadura de Banzer en agosto de 1971.

La recuperación de la democracia hasta 1978 fue una dura lucha. Primero se cerraron las universidades por dos años, posteriormente se ilegalizó al movimiento sindical, se suplantó la representación obrera con “Coordinadores”. Banzer quería quedarse indefinidamente, sin embargo, la percepción del imperialismo en el sentido que las dictaduras, más allá de consolidar la dominación colonial, creaba espacios de resistencia, no solamente los obreros y los campesinos sino también entre la gente intelectual y de la clase media, que hacían prever derrotas de esta estrategia norteamericana, como se produciría en 1979 con el “Triunfo de La Revolución Nicaragüense”. Entonces hay un giro en el Gobierno de Carter en la estrategia norteamericana y se impone la democracia controlada, es así que en 1978 se abre un proceso democrático de dura consolidación; en el periodo del 78 al 82, Bolivia tiene 13 presidentes, la mayoría de ellos militares. Se llamaba a elecciones, no les gustaba el resultado, ¡golpe de Estado!; se repetía el proceso, se ratificaba la victoria de una fuerza popular como la U.D.P. (Unidad Democrática y Popular), ¡golpe de Estado! y al final se aceptó la salida del Congreso del 80, como fórmula para elegir al presidente. Esta acción realmente fue lapidaria para el movimiento popular porque el Congreso del 80, que iba a funcionar el 82 ya no era el mismo que se había elegido en el 80, habían matado básicamente a Marcelo Quiroga Santa Cruz y con ello destruir a una fuerza de izquierda más radical que la U.D.P. (Unidad Democrática y Popular); lamentablemente el rebaño de los socialistas, de pronto apoyaron las maniobras contra el Gobierno de Siles. Hay que resaltar pues en este periodo, para la vida de la Central Obrera Boliviana fue determinante.

Para recuperar la democracia, fueron las movilizaciones de campesinos, la masacre del Valle Alto, fueron en la huelga de los trabajadores mineros, la resistencias de los mineros pidiendo la repatriación de los restos de Juan José Torres, los que fueron abriendo estos espacios, creando condiciones para una recuperación democrática, ni que decir la enseñanza y el ejemplo que dejó la “Masacre de San Juan”, es este sacrificio del pueblo boliviano, de los mineros encabezados por la Central Obrera Boliviana, que le hace decir al pueblo boliviano, que quienes recuperaron la democracia fue la Central Obrera Boliviana.

El otro periodo que le toca vivir a la C.O.B. es de la indefinición de Siles Suazo sobre la conducción del país, la sumisión a los dictados del Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y luego que Siles se empeñará en pagar la deuda externa a costa de dar hambre y sacrificio al pueblo boliviano. La C.O.B. en ese momento fue clara: para recuperar la democracia, para consolidar la democracia, había que operar el aparato productivo y por lo tanto dejar de pagar una deuda ilegítima que nos habían dejado las dictaduras y hacer que esos recursos sean volcados a la productividad de las empresas estatales; este llamado de la C.O.B. nunca fue escuchado y al contrario la U.D.P. nos llevó a un proceso hiperinflacionario jamás igualado en la historia 20.000 %, esta situación naturalmente llevó a que cada mes prácticamente la Central Obrera Boliviana este reclamando la reposición del poder adquisitivo de los salarios y se aumentaban los salarios y se comía la inflación y de nuevo los problemas, etcétera, etcétera. Finalmente este periodo, llevó a que Siles Suazo, con la traición del M.I.R. (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), renuncie a un año de mandato.

Creo que el Gobierno de la U.D.P. fue una derrota política para toda la izquierda, por acción u omisión, esta derrota política nos llevó a la consolidación del neoliberalismo, la resistencias de la C.O.B. fue heroica, al igual que de los mineros. Sin embargo, en este periodo, 1986-1987 se ve un declinar de la fuerza en la Central Obrera Boliviana, precisamente por la derrota política que el campo popular tuvo en la gestión de la U.D.P. Sacado el líder histórico de la C.O.B., Juan Lechín Oquendo, entraron nuevos dirigentes de aquella vieja guardia que no logran parar el desmoronamiento del movimiento obrero, particularmente minero, que es llevado a situaciones de hambre para pedir su relocalización con bonos extras legales. Igualmente el movimiento fabril son más de 60.000 trabajadores fabriles que son despedidos, los compañeros ferroviarios igualmente su empresa prácticamente es descuartizada en las ramas del Oriente y del Occidente y se les da la posibilidad de sobrevivir a su propio costo, cuando el aparato productivo, la exportación de minerales prácticamente sería paralizada. Entonces entramos a una crisis (de la COB), en que muchos sectores laborales desaparecen, cerca de 200 empresas estatales desaparecieron, es decir que la C.O.B. se privó no solamente de la fuerza de mineros y fabriles sino también de estas empresas que eran del Estado, muchos sectores han abandonado la Central Obrera Boliviana como los choferes, los cooperativistas, otros sencillamente han desaparecido como los artistas, se siente muy debilitado, como el movimiento universitario.

En este sentido podemos entender que en el proceso de la lucha contra el neoliberalismo la C.O.B. tuvo un rol, pero se agotó y serán otros sectores los que revivirán la fuerza del pueblo boliviano en las jornadas de la “Guerra del Agua” en Cochabamba y de las jornadas de la “Lucha del Gas” aquí en El Alto.

Hoy estamos en la posibilidad de recuperar a la Central Obrera Boliviana como el núcleo de las fuerzas sociales del país y esperamos que se convierta en el conductor del Proceso de Cambio …

Fausto Cárdenas: Bueno muchas gracias. Es muy bueno escuchar sobre la vasta historia que tiene la gloriosa Central Obrera Boliviana y sobre todo en este mes que es el mes aniversario y recordar sobre todo cómo ha sido el origen de la Central Obrera Boliviana. Existe audienia de parte de muchos jóvenes, que nos han hecho llegar esta pregunta. Si es que juzgamos que ¿la tesis socialista de los trabajadores aún está vigente? y si cree usted estimado José que ¿el socialismo comunitario es compatible con esta propuesta histórica de la Central Obrera Boliviana? o bien en su expresión actual y el ¿por qué?

José Pimentel: Sí está clara la pregunta. En 1970 teníamos una visión de un desarrollo lineal de la historia que indefectiblemente después del capitalismo venía socialismo, gracias al desarrollo de las fuerzas productivas, la ciencia y tecnología aplicada a la producción iba crear una gran riqueza que podría satisfacer las necesidades prácticamente de toda la humanidad y la gente para este proceso de transformación productiva era la clase obrera. Es en ese sentido que yo conceptúo esta visión como una visión unilateral simplemente pensar que la clase obrera la que tenía que tomar este hecho y pensar que el desarrollo tecnológico, gradual o acelerado podría llegar sin problemas al socialismo. Hoy tenemos otros problemas: el desarrollo de la tecnología, el aumento de una calidad de vida que no es precisamente compatible con el bienestar general de la humanidad nos ha creado problemas, el problema del cambio climático, el problema humano de conocer a nuestros semejantes de las culturas originarias que tienen existencia en nuestro país, mundo que siempre fue ignorado no solamente por las clases pudientes, oligárquicas sino también por sectores populares citadinos como la clase obrera o los universitarios. Creo que hoy hemos madurado para decir que Bolivia es una sociedad diversa, pluralista y que el crecimiento de la clase obrera no es un problema simplemente de dejar pasar los tiempos y que de pronto la clase obrera será la clase hegemónica. El capitalismo ha encontrado formas de producirse destruyendo a la clase obrera o explotándola como otros mecanismos como ser la robótica, la utilización de los medios informáticos en la producción hacen que se aumente la producción sin necesidad de obreros, y por otra parte se extenúa la fuerza obrera en trabajos que digamos “capitalistas no quieren realizar” el recojo de basuras, el cuidado de los jardines, el barrido de las calles, el cuidado de niños y ancianos, que no son precisamente trabajos industriales de los obreros con trabajos manuales de mano de obra fácilmente formada o primariamente formada o no tiene mayor necesidad formación. Es en este sentido que hay que pensar en una sociedad de convivencia sin explotación del hombre por el hombre, es el sueño que teníamos de jóvenes, pero incluyendo a estos otros sectores, este socialismo naturalmente nos lleva de conocer la comunidad como una unidad básica en nuestro país, pero también nos obliga a reivindicar sus valores, la producción comunitaria, los valores del Ama Sua (No seas ladrón),del Ama Quella (No seas Flojo), del Ama Llulla (No seas mentiroso), y la producción para la satisfacción de las necesidades sin tener que explotar, exterminar a la naturaleza para producir para el mercado, hay que convivir con la naturaleza, hay que convivir con nuestros semejantes, es la visión y el desarrollo del socialismo del Siglo XXI. A esta conclusión se ha llegado después de un experimento del socialismo real pero también de la pujanza y del empuje que dan otros países que no han abandonado la revolución socialista como: Cuba, China, Corea, entonces yo creo que hay un empalme de nuestra realidad con aquel objetivo de hacer una sociedad justa, libre de la explotación del hombre.

FaustoCárdenas: Aquí tenemos algunas preguntitas de personas que están viendo y bueno hay varias vamos a elegir dos de las preguntas una de las preguntas es, nos dicen: ¿cuál sería el futuro de la C.O.B.? ¿Cómo se lograría reactivar la minería? y la otra que nos dicen: ¿En qué momento se cambia la C.O.B.? La C.O.B. que era en los orígenes a la C.O.B. del 2019, que tiene una actitud reprochable dice que incluso pide la renuncia del presidente durante el golpe del 2019. Son dos preguntas que nos hacen las personas que nos están viendo a través de Facebook Live.

José Pimentel: Bueno, primero hay que aceptar como un hecho la derrota política del movimiento obrero y popular con el neoliberalismo, la crisis política de la U.D.P. nos llevó a todos los partidos de izquierda prácticamente ha desaparecer, y será un nuevo instrumento político que surja, no con una visión de partido, sino de movimiento social, y la C.O.B. es un movimiento social, hay que decirle que las organizaciones generadoras del proceso de cambio, la C.S.U.T.C.B. (Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia) con los compañeros Interculturales (Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia – C.S.C.I.B.) son afiliados de la Central Obrera Boliviana, al igual que la Federación Bartolina Sisa, pero no actúan bajo la conducción de su organización matriz porque en esos momentos la dirigencia reflejaba esa crisis del movimiento obrero, algunos dirigentes, como Solares podría decir, no estaban con un proceso de cambio encabezado por estos movimientos indígena originarios, al contrario estaban en contra, ¿en contra de qué? Cuando era la única posibilidad de resistir al neoliberalismo, prácticamente el sector minero había sido diezmado, por eso la C.O.B. no juega un rol preponderante en este periodo de la Constitución el “Proceso de Cambio”; hay que decir que no recuerdo un obrero, un minero asalariado, que haya estado en la Asamblea Constituyente, prácticamente se aisló la C.O.B. con un falso discurso de independencia de clase; la independencia de clase nunca puede estar supeditado a los intereses personales, hay independencia de clase para defender los intereses de la clase, pero si los intereses de la clase va a significar participar en una Asamblea Constituyente o hacer alianzas con partidos políticos para defender sus intereses no se pierde la independencia de clase, al contrario se viabiliza los intereses de la clase. La C.O.B. tuvo esa confusión ideológica y política del 2003 hasta 2006, no tuvo la claridad de este proceso, después del Congreso de San Cristóbal, la C.O.B. tiene una posición de adscripción al proceso de cambio, quieren ser protagonistas; sin embargo, creo que les falta un programa para llevar adelante con las organizaciones del Pacto de Unidad y lo que la Central Obrera Boliviana debería ofrecer es la eficiencia de las empresas estatales, su participación en la conducción y el compromiso de hacerlas eficientes. Soy un convencido que las empresas estatales sin participación de sus obreros no son empresas de carácter social, no son empresas que vayan a responder a los intereses de la nación, muchas de estas empresas se pueden convertir en patrimonio de los burócratas, esos diálogos visto en la época del M.N.R. cuando eran las células de este partido las que dirigían a los presidentes de COMIBOL, de Yacimientos, de Ferrocarriles, etcétera, y los obreros no dejaban de ser obreros, no participaban en su conducción, no participaba en su proyección histórica. Creo que el rol actual de la Central Obrera Boliviana es, de nuevo aglutinar a todos los sectores que en su momento cuidaron la Central Obrera Boliviana, es decir, esperar que en su seno jueguen un rol más activo la Confederación de Campesinos, la Confederación de los interculturales, la Federación de las Bartolinas que discutan los problemas con obreros, con estudiantes en el seno de la Central Obrera Boliviana, creo que esta es la tarea que le toca a la C.O.B., retomar el rol de entidad matriz.

Sobre lo que dijiste que hayan pedido la renuncia de Evo en un periodo de crisis, creo que la confusión fue general en el pueblo boliviano, fue algo… un deslice como ocurrió con muchos compañeros que lamentablemente no podemos nombrarlos hoy, creo que la conducta y las acciones de los revolucionarios se pueden cometer errores, pero no creo que de mala fe, sino por una falsa valoración en un momento histórico determinado.

Fernando Valdivia: Muchas gracias y José realmente, tu intervención José decía yo nos ha enriquecido enormemente como memoria y en este primer programa valoramos enormemente toda tu contribución yo me atrevería a hacer una breve síntesis señalando que todas las conquistas y logros que se han alcanzado en nuestro país por lo menos en su sentido de transformación revolucionaria o de modificación radical de la situación del país, se debe a la lucha incansable de los humildes, de los pobres, de los trabajadores y campesinos que han sabido organizarse para imponer a los distintos gobiernos programas revolucionarios o por lo menos de cambio radical; yo creo que en esa tarea a jugado un rol fundamental la Central Obrera Boliviana. Hoy en día, debemos admitir que está en una situación crítica por los factores que tú has anotado y que esto exige un debate y una permanente discusión en el seno mismo de los trabajadores y de otras organizaciones y movimientos sociales para poder darle un nuevo impulso en esta época en la que nos enfrentamos a poderes fácticos mucho más poderosos. Con esta síntesis José yo te invitaría a darnos un pantallazo final, una reflexión final, antes de ir cerrando el programa, adelante José.

José Pimentel: Bueno yo quiero en principio agradecer nuevamente la invitación y felicitar por el trabajo que se va a realizando, la memoria es lo que nos queda, creo que el futuro está en recuperar nuestra memoria, en plantearse objetivos que no son nuevos en nuestro deseo de vivir bien o de vivir sin la explotación, que hay experiencias y que hay que recuperarlas no se puede decir borrón y cuenta nueva, hay una experiencia que se acumula y esa experiencia es vital. Estamos viendo el debate sobre el cambio generacional, pero la generación es continuidad de otras generaciones y si uno pretende ignorar ese pasado va a ser largo el aprender, por eso yo creo que esta iniciativa de la recuperación de la memoria es importante para los jóvenes, para que se eviten los errores que en algún momento nosotros hemos cometido, creo que esta experiencia es vital para dar el salto cualitativo en nuestro proceso de cambio, una juventud ardiente de transformación pero imbuida del conocimiento de la fortaleza que han dejado las anteriores generaciones.

Fausto Cárdenas: muchas gracias querido José, en verdad hemos estado en este primer programa de “Memorias Insurgentes” con uno de los protagonistas que ha pasado por la Central Obrera Boliviana y uno de los más indicados para contarnos y ampliarnos todo el panorama sobre la historia de esta central histórica que tiene nuestra Bolivia y sin duda es uno de los procesos históricos que hemos vivido en nuestro país y bueno y es precisamente para eso este ciclo de conferencias de charlas de entrevistas que vamos a tener “Memorias Insurgentes” para ser “Insurgentes con Memoria” sobre todo para saber hacia dónde vamos a ir.

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