Santa Cruz Siglo X
El discurso de “Libertad y Democracia” que esgrime el Comité Cívico de Santa Cruz, contrasta con la estructura sociopolítica que existe debajo del ropaje “moderno” que exhibe la élite cruceña.
Los entretelones nos señalan que en Santa Cruz existe un tejido entre varios factores de poder: las iglesias, la agroindustria, las logias, la educación (regular y universitaria) autoridades de las FFAA, Policía y los Colegios de profesionales. Esta red de poder es una copia del sistema organizativo de la sociedad durante la edad media (siglos V al XV).
La característica de este periodo de la historia europea, es el feudalismo, que genera la famosa renta de la tierra. En lo político existe una dispersión del poder entre los considerados “nobles” y las ideas que organizan la sociedad provienen de la iglesia católica.
Este periodo es conocido como el periodo del “oscurantismo” porque son los dogmas religiosos que imponen sistemas políticos y económicos, son los que someten a la total ignorancia a las grandes masas que viven en situación de servidumbre y cuyo factor de dominio es la superstición.
No debemos olvidar que en este periodo, el conocimiento científico es denominado “cosa del demonio” y por este motivo las mujeres dedicadas a la medicina, hombres dedicados a la astronomía, física, biología, química, etc., son quemados o llamados a público arrepentimiento. La quema de brujas es un ritual permanente de esta estructura patriarcal.
Las “Guerras Santas” o Cruzadas son grandes matanzas en nombre de Dios, con la biblia en mano se acompañan las espadas para dar muerte a los “herejes, salvajes y bárbaros”.
Todo lo señalado antes, ocurre en nuestros días y es transmitido por los modernos “juglares” que son los medios de comunicación, el territorio es la ciudad de Santa Cruz, que efectivamente vive en la edad media, tratando de imponer este modo de vida al resto del país, que en los últimos años ha dado un salto, rompiendo moldes tradicionales denominados “desarrollo”.
El entramado de poder, invocando a Dios como el máximo protector de sus actos, está desarrollando una Guerra Santa contra el Estado Plurinacional, entonces la iglesia católica bendice en su propio domicilio al que dirige la Santa Cruzada.
El delirio de grandeza ha llegado a extremos de sostener que ellos “no tienen presidente” son pues pequeños señores feudales que convocan a sus siervos y contratan mercenarios para su guerra.
Lo que está en juego en esta “Guerra Santa” es nada menos que la vigencia de la Constitución y el desarrollo del Estado Plurinacional y sociedad intercultural; los privilegios perdidos por estos oscuros centros de poder (Iglesias, logias, grupos económicos, etc.), como era lógico se niegan a aceptar las nuevas reglas imperantes en el país, por lo tanto, inventan conceptos como “centralismo” curiosamente un centralismo que les da vida mediante privilegios como la subvenciones.
Hablan de “libertad”, que en su narrativa es “dejen que hagamos lo que queremos”, prescindiendo de las normas, por eso existe el ritual de las fogatas de las quemas de instituciones, simbólicamente están quemando a las brujas; en suma quieren seguir viviendo en la Edad Media.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino