DS 4272 tiro certero a la clase media

La clase media movilizada por el imperialismo y la oligarquía criolla para consumar el golpe de Estado del 10 de noviembre de 2019, recibe como recompensa la cancelación de ciertos beneficios que el gobierno del MAS les otorgó. El Decreto Supremo 4272 dictado por el gobierno de facto de Jeanine Añez deja a la clase media sin posibilidades de conseguir un préstamo para vivienda social, que el Gobierno del MAS concedió con la Ley 393.

No se puede interpretar de otra manera el DS 4272 sobre los préstamos de vivienda. Esta norma arbitraria reduce a 150.000 Bs (21.551 dólares) el monto máximo para adquirir una vivienda y 70.000 Bs (10.057 dólares) para renovar o ampliar su vivienda. Con la Ley 393, el prestatario podía contar con hasta 1.081.000 Bs (155.316 dólares) para adquirir una vivienda y 940.000 Bs (135.058 dólares) para renovar o ampliar su vivienda.

Como echar sal a la herida, el DS 4272 no contempla el tipo de intereses a estos préstamos, por lo cual libera a los bancos de dar préstamos con intereses bajos de 5,5 – 6,5 establecidos por la citada Ley 393. La dictadura de Añez –por razones de periodo electoral y para no seguir perdiendo votos de la clase media para las coaliciones neoliberales– no menciona los préstamos adquiridos bajo la Ley 393, pero es de suponer que los intereses bajos de estos préstamos se nivelarán a los intereses establecidos por la banca al amparo del DS 4272.

Si bien la clase media recibe los embates de la dictadura con el DS 4272, tampoco la gente humilde con aspiraciones de tener un techo donde vivir aunque sea en situaciones precarias no se libra de la arremetida neoliberal. Para aspirar al préstamo bancario para vivienda social (máximo 150.000 bs.) debe tener como ingreso mínimo el valor de tres sueldos básicos, vale decir 6.366 bs por mes. Esta suma es inalcanzable para la gente humilde que tiene bajos ingresos; por el contrario, la clase media –que en su mayoría supera el ingreso requerido– tampoco contara con un préstamo suficiente para tener una vivienda cómoda acorde a su nivel de vida.

El DS 4272 no deja un resquicio de peligro a la actividad bancaria y cubre bien sus espaldas con el Fondo de Garantía Sectorial (FOGASEC) con recursos del Tesoro General de la Nación. Esto quiere decir que la banca se respalda no en su propio dinero, sino con el de los bolivianos, permitiendo que cualquier deuda morosa o descalabro producido por la banca privada sea asumida por el Estado.

De la misma manera, el DS 4272 sobre la vivienda no menciona el seguro de desgravamen, que resguarda los intereses del prestatario en caso de invalidez total producto de enfermedad o accidente y fallecimiento. Hay que recordar que el seguro de desgravamen cubre el resto de la deuda, protegiendo a los herederos con la Ley 393 dictada en el gobierno del MAS. El Decreto Supremo 4272 retorna a la época neoliberal, cuando los bancos se hacían dueños de casas, departamentos y terrenos en remates fantasmas; entonces los herederos perdían sus propiedades y continuaban siendo en muchos casos, deudores de los Bancos.

En resumen el Decreto Supremo 4272 liquida las aspiraciones de la clase media y humilde de tener una vivienda propia. Muestra claramente los objetivos de los neoliberales, no importa que sean Añez, Mesa, Camacho o Quiroga. Su misión es proteger a la banca y a los intereses de la oligarquía en desmedro de los campesinos, obreros y también de la clase media.

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