Bolivia, elecciones y el rol de los revolucionarios

La situación nacional está muy influida o signada por la situación internacional. Lo que ocurre acá en Bolivia está ocurriendo también en algunos países de Latinoamérica que se encaminan a procesos electorales o ya los están desarrollando, sean sectoriales o generales. En Chile, en este momento, hay una situación bastante álgida en la que el pueblo se enfrenta al gobierno de Piñera; Argentina enfrenta desde un gobierno democráticamente elegido la crisis que heredara de Mauricio Macri y la derecha de ese país; en Brasil el pueblo también soporta una dura crisis acentuada por la pandemia del corona virus; en tanto que en Colombia el pueblo y sus manifestaciones revolucionarias y populares continúan la guerra por la liberación nacional.

La contradicción que debemos resolver en el continente está referida a la relación con los Estados Unidos, que intenta de manera permanente someter a los gobiernos de la región e imponer decisiones. La presidente Jeanine Añez es también parte de estos eslabones de dominación que el imperialismo ha remachado sobre el continente. Vivimos bajo condicionamientos que pudieron ser enfrentados en el gobierno de Evo Morales que supo enfrentarse a la embajada norteamericana a tal punto que cuando venían las elecciones Evo Morales.

Es preciso recordar lo que dijo Evo en un momento electoral previo a su histórico triunfo: el mejor jefe de campaña que tiene el MAS IPSP es el embajador norteamericano. Con ello quería significar que el papel de virrey que desempeñaba ese funcionario del Departamento de Estado norteamericano esclarecía al pueblo acerca de la dependencia que vivíamos. Una dependencia muy similar a la que observamos ahora de este gobierno y de los grandes medios de comunicación, que sólo informa aquello que interesa a la potencia del norte, en total sumisión a sus mandatos.

Es en ese marco que deben llevarse a cabo las elecciones generales convocadas para el próximo 6 de septiembre. Un proceso fuertemente influenciado por las permanentes presiones de la embajada norteamericana, que tiene en los ministros del gabinete de Jeaninne Añez a sus peones que hacen el trabajo sucio. Precisamente esto explica claramente las intenciones del gobierno de proscribir al MAS IPSP y de inhabilitar a nuestro candidato Luis Arce Catacora, quien junto a David Choquehuanca, conforma el binomio que encabeza las preferencias electorales.

Sin duda alguna para nosotros y para el imperialismo yanqui, la victoria del binomio del pueblo está virtualmente asegurada en las urnas; por tanto, para impedir la recuperación de la democracia y el retorno del pueblo al poder, no les queda otra que ensayar variables caprichosas, con interpretaciones imaginativas de la ley, para poner fuera de la arena politica al instrumento y a sus candidatos. Esta victoria electoral tiene que traducirse en la marcha hacia el socialismo. El socialismo no es una consigna, es una forma de trabajar, de producir y de organizar la industria, a la producción y a los pueblos, para enfrentar de manera exitosa y estratégica a esta y a las otras crisis que nos amenazan. Por eso subrayamos que, en el caso del MAS IPSP, el concepto socialismo es ante todo una forma de vivir.

En este contexto continental y nacional, como siempre, el pensamiento del Che Guevara es un pensamiento vigente. Su difusión debe ser una actividad permanente, tal como lo hemos hecho de manera sistemática desde la Fundación que lleva su nombre. Constituye una guía del camino que debemos seguir, no solamente en esta coyuntura electoral, sino en todo momento histórico; es decir, enfrentándonos resueltamente al imperialismo para derrotar sus designios de opresión y dominación de nuestros pueblos y países.

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