La ley como arma y la violencia como método para frenar el triunfo del MAS

Entramos en la última recta antes del acto electoral del 18 de octubre. La derecha boliviana ha iniciado un conjunto de acciones usando el lawfare como arma y la violencia organizada como método para intentar fabricar un escenario imaginario de derrota del proyecto del proceso de cambio.

Se está generando una falsa sensación térmica/política mediante la cual se pretende acercar electoralmente al segundo, con el fin de forzar una segunda vuelta donde hipotéticamente las divisiones de la derecha se difuminarían, para lograr el voto unitario y la victoria de la derecha neoliberal y fondo monetarista.

Para el efecto, se han desencadenado juicios, denuncias, procesos para desinformar, incriminar, judicializar y condenar mediáticamente y sin debido proceso al binomio presidencial, a dirigentes políticos y sindicales como se hizo con los procesos relacionados a Lula da Silva, Rafael Correa y Cristina Fernandez.

Hoy la ley es un arma para deshacerse y destruir a oponentes políticos. Usan la verdad a medias que genera duda, la mentira construida para destruir la moral y la ética del dirigente, la calumnia y el desprestigio de dirigentes políticos y sus familias. Luis Arce y David Choquehuanca en este momento están sufriendo este tipo de presiones.

En esta misma dinámica, la protesta social se ha criminalizado. Los dirigentes sociales son perseguidos y acusados de terroristas por protestar contra las medidas de un gobierno que siendo de transición y cuyo único objetivo era convocar a nuevas elecciones, esta desmontando la lógica, la institucionalidad y los proyectos estratégicos del Estado Plurinacional entregando sus empresas a la voracidad de la empresa multinacional, revirtiendo sus políticas y destruyendo sus instituciones.

Ayer nomas nos enteramos por boca del latifundista y separatista croata Branco Marinkovic, convertido en Ministro de Economía, que un crédito del FMI de 327 millones de dólares que ya se gastado misteriosamente y del que se están pagando intereses sin haber ser sido aprobado por la Asamblea Plurinacional, se convirtió en una transacción de derechos especiales de giro, encubriendo un acto delincuencial de uso indebido de bienes del Estado.

Mas corrupción junto a actos inexplicables como la compra de armas letales y no letales en plena pandemia del Covid 19, para luego decir que la economía nacional esta quebrada y que no puede comprarse respiradores, aun sea con sobreprecio así como tampoco, pruebas rápidas que permitirían una administración mas adecuada de la pandemia. ¿Cuantas vidas de los más de 8.000 bolivianos fallecidos podrían haberse salvado?

Toda la inclusión social y política lograda en 13 años de gobierno, en menos de un año, pretende ser erradicada a patadas lo que las mayorías nacionales jamas lo aceptaran. El pueblo ya sabe que puede ser gobierno y esta dispuesto a volver a serlo.

Tampoco debemos olvidar los intentos permanentes de cierre del Parlamento, donde aún el MAS tiene un control de 2/3.

La Policía y sus organismos se han convertido en guardias imperiales y las fuerzas armadas en ejército de ocupación. Para no ser acusados de actos de violencia penados por la Ley, hoy solapadamente han organizado, equipado y entrenado a grupos violentos, paramilitares y para policiales que actúan impunemente agrediendo especialmente a mestizos e indígenas quienes son calificados como bestias y salvajes que deben ser “civilizados”, entendiendo civilización como los valores de democracia occidental y cristiana.

Las ciudades de Cochabamba, Santa Cruz, Sucre y Potosí, son hoy escenarios de los actos vandálicos de estos grupos que pretenden renuncias de autoridades, presionan sobre jueces para lograr sentencias favorables a sus intereses.

La guerra de cuarta generación tiene una vigencia absoluta. Los medios de comunicación masivos mas las redes sociales, tienen como objetivo operar sobre las mentes mediante la propaganda política subliminal, que actúa sobre el inconsciente. Democracia, libertad, derechos humanos son ahora consignas de la derecha. Y son impuestas a su manera en la agenda pública mediante los medios masivos y redes. Estas están controladas y financiadas desde el exterior o con capital de fundaciones y ONG de derecha, que ademas fueron el soporte económico del golpe de noviembre del 2019.

Paralelamente las iglesias, católica oficial y protestantes han desplegado todos sus esfuerzos para acabar con el impulso de las culturas originarias y sus ritualidades concebidas como satánicas y abominables igual que en la época de la inquisición.

Los dirigentes de la derecha en su totalidad se auto identifican como cristianos, y usan discursivamente símbolos como la cruz, el rosario y el pez, símbolos esencialmente cristianos.

Todos estos mecanismos se han desatado paralelamente, contundentemente para evitar el ascenso del movimiento popular al poder. Tienen claro que el MAS es mayoría electoral pero no lo aceptan como real sino que acusan a esta mayoría de ser resultado de un fraude. Y este ascenso lo impedirán por todos los medios incluidos los violentos, en los que no necesariamente se identificaran a las instituciones que tienen el uso legal y constitucional de la fuerza.

La derecha golpista definitivamente a roto el pacto social que sostiene la democracia concebida en el Estado Plurinacional y su Constitución Política del Estado.

Ese es el origen de la actual crisis política, social, económica y cultural. Para la derecha la democracia dejó de ser un bien público para transformarse en una forma de dominación política.

Democracia y dictadura son dos caras de la misma moneda para la derecha oligárquica que en sus profundas divisiones demuestra que no tiene un proyecto país. Su único horizonte y posibilidad de existencia es entregarse en brazos de las metrópolis imperialistas.

Esta nueva oligarquía financiero dependiente que tiene orígenes croatas, defenderá sus privilegios de minorías excluyentes con uñas y dientes: queda claro quienes son los productores de la violencia y los denunciamos internacionalmente como los gestores de una confrontación llegando al extremo de producir la idea de que Bolivia es un estado fallido y con su sociedad enfrentada en una guerra civil.

Pretenden imponer en Bolivia una copia de la Media Luna de la ex Yugoeslavia, produciendo la idea de la dos Bolivia y la necesidad de construir una nueva nación en el territorio que pretenden dominar. Los ustachas ultranacionalistas de la ex Yugoeslavia pretenden re engendrarse y reproducirse en Bolivia.

Ratificamos nuestra posición pacifica y democrática para volver a ser gobierno, al mismo tiempo que reivindicamos nuestra voluntad de defensa del voto y del programa para consolidar el proyecto del Estado Plurinacional frente a un proyecto de restauración de una Republica excluyente, racista y regionalista, cuya única posibilidad de realizarse es entregarse a la voracidad del imperialismo y sus empresas, que ademas pretende quebrar la unidad de nuestro territorio y nuestra familia.

¡A lograr la victoria en primera vuelta!

¡A defender el voto y el programa!

¡A defender el Estado Plurinacional incluyente frente a la Republica racista y excluyente!

¡Lucho Presidente, David Vice Presidente!

¡Venceremos!

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