De: una hija para: un héroe

Querer decir en un par de líneas quién fue Osvaldo “Chato” Peredo, es insoluble, imposible.

Solo para quienes conocen la historia, para quienes le entienden medianamente a la política, para quienes saben de valores y principios, para los que aman a su país, para los que creen en un mundo mejor, para los que vieron crecer Santa Cruz con obras como los módulos escolares, el oftalmológico y los parques Los Mangales, todo para que el ciudadano disfrute y goce de salud y educación gratuita…

Para los que pueden ver que ahora los derechos son para todos y no para unos cuantos, para los que entienden de revolución y capitalismo, para los que valoran a ese ser que da su comida a otro quedándose con hambre, para los que ayudan sin mirar a quién y confiando en la grandeza y bondad del ser humano, para los que son de derecha, para los que son de izquierda, para los pobres y los ricos, para los buenos y los malos…. en conclusión, para todos.

Para todos los que hoy viven y saben que ese comandante de la guerrilla, ese revolucionario empedernido, radical, crítico y productor de un buen futuro para todos, ese hombre fue, es y será siempre Osvaldo “Chato” Peredo. Quien al pronunciarlo, solo timbre de su nombre manifiesta lucha, bondad, valentía, espiritualidad, honestidad…. Denota y grita revolución.

Y es que ahora, “Chato” viene a ser todo lo contrario de su significado “pequeño” … como una ironía de ese apodo, “Chato Peredo” viene a significar lo más grande que pudo tener el país, lo más grande que pudo tener lo que alguna vez fue la lucha insaciable por el pueblo. Viene a ser lo más grande en pensamiento crítico, en medicina y en teoría.

Ese chato que nació por una causa, vivió y murió por su pueblo, ahora se convierte en una inspiración, en esa motivación que los jóvenes necesitamos para ser más grandes y más valientes, para luchar por eso que amamos, para luchar por un mundo mejor. Su nombre ahora se reduce a dos palabras; HONESTIDAD Y VALENTÍA.

Para quienes lo conocieron, incluso sus antagónicos, tendrán el honor de decir que su teoría, era en vida, una total práctica y constancia. Con esa sencillez y humildad con que vive el que carece de hogar y comida, con esa altura con que viven los reyes… y con esa grandeza con la que los héroes mueren.

Y es que, eso fue Osvaldo Chato Peredo, un héroe de la revolución cultural y democrática. No solo un teórico, sino un obrero y productor de esa teoría. No solo un político, sino un médico que salvo miles y miles de vidas gratuitamente. No solo un ser humano intelectual reconocido, sino, un árbol que emanaba frutos para todos, y cada fruto, producía uno y otro con la misma dulzura y nutrientes que ese árbol. Chato Peredo no solo fue un grande de la sociedad ni del mundo entero, fue un instrumento que viabilizó el bien común, para ti, para mí y para todos.

Chato Peredo, no solo fue el mejor PAPÁ del mundo, sino que también fue MI MEJOR AMIGO, EL AMOR DE MI VIDA, MI CHURRO ETERNO. MIO MIO MIO!!!! TE AMO PARA SIEMPRE PAPÁ. TU CUERPO ME HACE FALTA, PERO TU ALMA ME ACOMPAÑA CADA SEGUNDO.

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