Leer en las arrugas de los abuelos

En un acto de inicio a las actividades del solsticio de invierno, el Vicepresidente David Choquehuanca aconsejó una abstinencia de carne, alcohol y sexo de 40 días para recibir el Año Nuevo andino, sin embargo, no es la primera vez que realiza reflexiones basadas en temas desde la Cosmovisión Andina y también en su experiencia como político.

Recordemos que la autoridad ya tuvo una serie de experiencias desde discursos como ex canciller cuando nos habló de que “las piedras hasta sexo tienen para nosotros. Hasta edad tienen. Hay piedras abuelo y piedras niño”, lo había mencionado allá por el año 2007.

Choquehuanca, como líder aymara, nos ha hablado del nuevo tiempo que significa escuchar el mensaje de nuestros pueblos que viene del fondo de sus corazones, significa sanar heridas, mirarnos con respeto, soñar juntos, construir hermandad, armonía, integración, esperanza para garantizar la paz y la felicidad de las nuevas generaciones.

Uno de los cánones inquebrantables de nuestra civilización es la sabiduría heredada en torno a la Pacha, garantizar equilibrios en todo tiempo y espacio es saber administrar todas las energías complementarias, la cósmica que viene del cielo con la tierra que emerge de abajo de la tierra.

Ha sido y será muy difícil que el mundo fundamentalista y ortodoxo comprenda esa manera de entender desde la cosmovisión andina, elementos como los que nos refiere el ex canciller, de ahí que lo mencionado, por ejemplo, en su discurso inicial en la Asamblea Legislativa en noviembre de 2020, que “el cóndor levanta vuelo solo cuando su ala derecha está en perfecto equilibrio con su ala izquierda”, ese mensaje fue totalmente distorsionado.

David Choquehuanca, le había planteado al país esa reflexión con miras a buscar los equilibrios y la recuperación del estado de derecho desde la imparcialidad de la justicia y el ejercicio pleno de la democracia, de cara a proyectar la visión de un país unido.

Hemos podido escuchar, leer y especular desde las interpretaciones más simples hasta las más atrevidas y burdas cuyos argumentos nos confirma la ignorancia, el poco tino en tratar de conocer en profundidad los principios de esa concepción que sustenta los principios del Vivir Bien.

Si nos detuviéramos en repasar algunas de esas frases, que en más de una oportunidad las lanzo el líder aymara, alejados de esas concepciones escrupulosas y cargadas de dogmatismos, difícilmente podríamos entender el verdadero sentido de esos enunciados.

Por eso la recomendación que hiciera en grandes oportunidades y que le pidieron exponer en foros nacionales, internacionales, seminarios, talleres al mencionar que, para entender esa concepción empecemos a “leer las arrugas de nuestros abuelos”, porque necesitamos saber de nuestro pasado, ahí está nuestro presente y nuestro futuro… “Nuestros abuelos son bibliotecas andantes, así que siempre debemos aprender de ellos”, nos había recalcado Choquehuanca.

Hoy, en medio de la conflictividad social y política, como autoridad, es el único que rompe los moldes de la formalidad y se propone buscar alternativas de solución generando un clima de acercamiento entre las partes.

Había mencionado: “vamos a promover las coincidencias opositoras para buscar soluciones entre la derecha y de la izquierda, entre la rebeldía de los jóvenes y la sabiduría de los abuelos, entre los límites de la ciencia y la naturaleza inquebrantable (…)”.

Además nos había reafirmado que “no buscamos el mandato, no buscamos enfrentamiento, buscamos la paz, no somos de la cultura de la guerra ni de la dominación”.

Finalmente, perfiló el futuro “volveremos a nuestro Qapak ñan, el camino noble de la integración, el camino de la verdad, el camino de la hermandad, el camino de la unidad, el camino del respeto a nuestra madre tierra, el camino de respeto a la soberanía de nuestros pueblos…” Solo así podremos alcanzar el vivir bien y gobernarnos nosotros mismos.

Mientras para unos las frases del vicepresidente sigan siendo meros enunciados de un simple amauta andino que los desconcierta y no les acerca a la comprensión de sus cánones viciados de lo tradicional, jamás entenderemos que el leer en las arrugas de los abuelos, forma parte de una lectura para toda la vida y que nos afirma que estamos en el camino cierto.

*Luis Camilo Romero, es comunicador boliviano para América Latina y el Caribe

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