La verborrea de Larrea de postergar elecciones

¿O el frente de Luis Larrea se ve perdido o están tratando de ganar tiempo? No sabemos cuáles son las intenciones del presidente del colegio médico paceño que otra vez propone cuarentena y postergar las elecciones subnacionales. O lo que es peor llamar a un paro medico que debería ser considerado como un atentado a la Salud Publica.

Curiosamente en la misma línea el dirigente cívico de Santa Cruz, Fernando Castedo, ha planteado a los tres niveles de gobierno que lo que se vive actualmente es mucho más duro que lo que se vivió el año pasado, en ese sentido, plantea la postergación de las elecciones del próximo 7 de marzo.

No es posible que los caprichos políticos y un estado de ánimo exaltado del dirigente de los médicos y ahora candidato a la alcaldía, intente cambiar el escenario electoral, que como sabemos, el TSE ha señalado que no habrá modificación del calendario. Cualquier consideración de postergación de las mismas debe sujetarse a informes y datos precisos, no a sensaciones, no a demandas políticas. La intensidad de la pandemia y el crecimiento del número de casos será una variable decisoria respecto a la temporalidad de la votación.

Habrá que esperar los reportes especializados. Es poco responsable por tanto adelantar criterio absoluto sobre si las elecciones deben realizarse o no en la fecha prevista. La movilización ciudadana durante la jornada electoral debe contar con todas las medidas de bioseguridad, como se hizo en los comicios de octubre pasado. Corresponde pues cuidar la salud ante el rebrote del coronavirus y, al mismo tiempo, preservar nuestro derecho a elegir en democracia.

No podemos olvidar los exabruptos de Larrea, sus palabras adjetivadas para referirse a las autoridades de salud del gobierno del ex presidente Morales, denotan un complejo de superioridad. Pero también su mala educación se hizo evidente en el diálogo propuesto por el ministerio que sin argumentos valederos y simplemente para demostrar su jerarquía y poder abandonaba las reuniones, no sin antes insultar a las anteriores autoridades.

Otro aspecto de sus afanes políticos que ya se había denotado en 2019 cuando, la otrora alianza “Bolivia dice No” de Oscar Ortiz le propuso ir como candidato a la vicepresidencia en lugar de Edwin Rodríguez. O quizás, más que llamar la atención, era la confirmación de la línea de ese frente político que buscaba a radicales y confrontadores. Larrea refleja esa vieja herencia colonial del desprecio a los demás. Las expresiones de éste, han definido su racismo respecto al actual gobierno y sus operadores de salud.

Tampoco debemos olvidar que Luis Larrea es militante del MNR y seguramente le aflige una doble frustración al constatar la virtual muerte de este partido político, ello hace que destile todo su odio a quienes considera culpables de esa situación. O es que lo que dicen que Larrea es hijo de uno de los asesinos de Lucho Espinal, Enrique Larrea, de ahí su carácter represor que se expresa en conductas violentas como las que evidenciamos.

Su pasado golpista, su mala educación y su comportamiento de intolerancia hacia otros actores de la vida política del país, desde su puesto de dirigente y ahora de candidato, evidencian su intención de dirigir las acciones del Ministerio de Salud. Bien sabemos que el gobierno no cederá a sus apetitos cuyo tinte político es muy evidente.

*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino

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