El cartero llama dos veces
“Este segundo round, también lo ganaremos”, asegura el cartero oficioso que entrega cartas por encargo de EEUU y de los ultranacionalistas europeos. Este singular cartero, tiene una herencia genética que le ayuda en este trabajo por encargo.
El cartero que nos ocupa, no es un cartero original, es un remedo del personaje creado para el títere venezolano Enrique Capriles, la gorrita, el jean y el lenguaje violento. Claro también la biblia y las demás baratijas de la parafernalia tragicómica.
Un bien montado escenario, le permitió engatusar a varios aprendices de político, a curas racistas, a bandas de pandilleros, a militares, policías corruptos y pastores evangélicos predicadores de las virtudes del capitalismo; y a través de estos dispositivos movilizó a una parte de la población que ya se había desengañado del proceso de cambio, por una falta de contacto con la vida cotidiana de amplios sectores de la compleja sociedad boliviana.
En ese caldo de cultivo se desarrollaron engendros políticos de la catadura del alcalde paceño, del alcalde cochabambino, y el propio cartero, cuyo interés después de la “primera” entrega era ser investido como “presidente” los cálculos le fallaron, era un cartero de choque, sin experiencia política, lo que le llevó a destruir el mayor partido organizado de la derecha boliviana y su líder Rubén Costas.
Los eternos perdedores de la política boliviana como Samuel Doria Medina o Tuto Quiroga, y la incorporación del peor “político” boliviano como es el señor Mesa, obedeciendo las órdenes de sus amos del norte, tuvieron que acompañar a un personaje de pocas luces y hacerle el trabajo logístico y legal, viejos socialdemócratas como Jaime Paz se sumaron a la aventura, para luego cobrar la factura con un puesto de senador para el clan familiar.
Toda esta aventura terminó en un baño de sangre, como siempre terminan los golpes de Estado, y hoy por la lentitud y aparente complicidad de varias autoridades de los poderes constituidos, se pretende repetir esta misma historia.
¿Cómo llegamos a este momento? Pensar que la democracia está consolidada como sistema de vida, es una ilusión para mantener una estructura colonial del poder. Esperar actitudes “democráticas” de un bloque de poder basado en el racismo, la violencia y la muerte, es no conocer como está construido el armazón socioeconómico del país. La falta de interés para crear la “conciencia plurinacional del Estado” devino en un proceso des-ideologizador, cuyas consecuencias fueron funestas en los días de noviembre del año 2019.
Esta asonada golpista, pondrá a prueba la solidez organizativa del pueblo, de los sectores, que fueron atrapados en el discurso religioso-político elaborado por los verdaderos golpistas, que , como sabemos moran en el norte. Las grietas que lograron abrir, durante los días de la dictadura, se mantienen, son grietas que han logrado fracturar muchas organizaciones sociales, grietas que han facilitado a infiltrados estar en posiciones de poder dentro del propio gobierno.
Este llamado del cartero, para una segunda entrega, por supuesto que tendrá una dura resistencia en las verdaderas bases del Instrumento Político, más allá de los cómodos sillones de una burocracia desmovilizadora y sin el compromiso político que la dinámica política requiere.
*Camilo Katari