Medios, entre la especulación y la mentira
Los medios corporativos aquellos que desde la implementación del modelo neoliberal en Bolivia, arrimados al poder económico, a los grandes potentados y grandes empresarios, como ya afirmábamos en más de una oportunidad, cuya élite política tiene como único objetivo deslegitimar la gestión gubernamental, no le interesó para nada saber el contenido del mensaje presidencial en esencia, solo estuvo a la orden del día, la especulación y la mentira.
Una señal que muestra que esos medios al no profundizar en los contenidos del mensaje presidencial del pasado 6 de agosto, se dedica a especular otros aspectos de los actos en Sucre, como eso que “Arce extrañó en Sucre el abrigo de sectores sociales y de funcionarios públicos”, como expresando que a diferencia de otras ocasiones, ésta vez estuvo ausente la presencia de las organizaciones sociales, pura especulación sin entrar en datos que pudieran ser orientadores del mensaje.
La forzada intención en su narrativa de la ausencia al apoyo a Luis Arce tiene una clara intencionalidad de invalidar el acto de la Casa de la Libertad y los demás actos en la capital del país, de esa manera eluden los temas más trascendentales como decir: “No llegaron a la capital del Estado los tradicionales apoyos a los mandatarios. Los sectores sociales estuvieron ausentes. Hubo pocos funcionarios públicos que llegaron desde la sede de Gobierno. Se notó la ausencia de los expresidentes del país”. Así lo retrató el periódico El Deber en su edición del lunes.
Está claro que los pregoneros del “respeto a la democracia”, son siempre los mismos del tiempo neoliberal, aquellos que nunca se anotaron en las luchas por la recuperación de la democracia, utilizan a propósito unas anteojeras y han cerrado el ángulo de la realidad y solamente ven el objetivo de derribar al gobierno poniendo consignas que el mismo pueblo a nos les da importancia.
Pero si por ese lado tienen marcada su intención quienes acompañan muy bien esa estrategia son nada más ni nada menos los medios privados de comunicación y las redes sociales que reavivan con mucha convicción ese discurso, tal como lo hicieron en los años que cogobernaron con esta clase política y que usufructuaron del poder económico para enriquecerse y extender sus redes en todo el país.
Sin lugar a dudas, este 6 de agosto, se comprobó con nitidez por donde está dirigida una de las más perversas acciones de estos medios con su generación de información especulativa, buscando esparcir en amplios sectores de la población, con la finalidad de construir una matriz informativa específica que no condice en absoluto con la realidad.
Si los que han seguido de cerca lo ocurrido en Sucre no podrán negar que su estrategia no les funciono para nada, y al no lograr cumplir con sus objetivos de desgastar y deslegitimar las acciones gubernamentales, muestran como a “angelitos”, a los representantes de esas organizaciones políticas y asambleístas que, irrespetuosamente, gritaron cuando el presidente brindaba su mensaje al país, pidiendo la libertad de Camacho.
La estrategia de los medios de comunicación privados en Bolivia no es simplemente que estén aliados con la oposición, sino su rol es preparar a la opinión pública para que haya una mayor satanización del presidente, decir que lo haga o diga este gobierno está mal.
La línea informativa de estos medios no fue a reflejar el contenido del mensaje del presidente sino resaltar aspectos poco creíbles sin sustento en la veracidad de lo que realmente ocurrió, y tal como dijeron las autoridades: “No faltaron el respeto a Luis Arce, sino a Bolivia, al país, al pueblo boliviano”.
Los medios machaconamente a través de sus analistas y voceros de la oposición desde la estrategia de alfombra roja, quieren forzar la discusión del tema, ejemplo de lo que afirmamos es la línea de cómo dirigen sus entrevistas en las revistas de la mañana, con sus caseritos desde Radio Panamericana.
Cuando unos medios de comunicación pretenden influir en la opinión cayendo en la manipulación de la realidad que otros medios alternativos no lo comparten, es que esos medios han cruzado la línea roja, creando puntos de opinión diferentes que causan poca credibilidad.
Pero como se vio en el tiempo neoliberal, las consecuencias son evidentes, llevaron al fracaso de la credibilidad de muchos medios y el desenlace llevó a que nadie confié en ellos.
*Luis Camilo Romero, es comunicador boliviano para América Latina y el Caribe