Primero la Vida, por eso Elecciones ya!
Cuando el desmantelamiento estatal se hace evidente cada día, sacudidos ahora por la pandemia del coronavirus, el gobierno no acude a responder a la gran mayoría de la población que implora comida, alimentos, seguridad sanitaria, infraestructura para los médicos y un sin fin de demandas.
Estos días anda cruzada en la agenda política temas que son muy emergentes, por un lado la respuesta a esas suplicas en temas de salud y por otra, la necesidad de convocar a elecciones y definir el futuro político de nuestro país que podría encaminar a escenarios que serán determinantes desde la perspectiva de quien responda con eficacia a esas demandas.
Ante los ojos del mundo, el gobierno devela cada día su incapacidad de los operadores de salud, que sin duda cabe, se aplazó en materia de salubridad, con muy escasa información y falta de transparencia de la emergencia sanitaria, queda la sensación de que avanzamos muy lentamente.
El gobierno toma el argumento de “defender la vida”, contrariamente a lo que fue la brutal manifestación de arremeter al pueblo en noviembre en una masacre que se llevó más de 39 vidas. ¡Qué justificación puede encontrar si fue quien mediante golpe no respeto ni un ápice la vida de esos ciudadanos que no atinaron a defenderse porque no tenían armas, cosa más indignante!.
Sus operadores y voceros en este tiempo, no tienen otra explicación que dar cuando ya se ven en la lona al conocer los resultados de encuestas actuales que dan por ganada la elección del Movimiento al Socialismo, con arrolladora cifra que va a más del 60%.
Hoy ya contamos con una ley de postergación de las elecciones 2020, que otorga un plazo máximo de 90 días para la votación. La batalla se concentra en la definición de cuándo y en qué condiciones será posible ir las urnas. Esa batalla se la tiene que ganar exigiendo que el TSE dé la señal para que las elecciones entren en el tiempo propuesto en la Ley.
Es pues una batalla que fundamenta un argumento sólido: ‘Primero la Vida’, pero también defender la democracia, la dignidad de un pueblo que exige que se le escuche y que le garantice su vida, con gestión transparente y que sea un gobierno legalmente constituido para que distribuya los recursos a los más necesitados y administre de cara al pueblo.
No estamos frente a unas elecciones tradicionales, estamos en una de esas encrucijadas que nos plantea la historia, y que deben convertirse en un espacio de movilización permanente, de recuperación de la memoria y de la identidad, para encontrar el verdadero sentido de la revolución del Vivir Bien.
Frente a este escenario de emergencia el impulso y la fuerza popular, que representó el voto de los años 2005, el 2009 y el 2014, tiene ahora un nuevo desafío, recuperar la energía para el potenciamiento de las organizaciones y el pueblo, que toma en sus manos su destino.
El golpe de estado del pasado año, nos ha brindado la oportunidad de conjugar la práctica golpista y la potencia revolucionaria, que ya se ha manifestado en la aprobación de la ley para los próximos 90 días y ahora serán las organizaciones sociales y el pueblo, hagan que se cumpla.
El clamor anticipado de petardos y cacerolazos en ciudades principales del país, hace unos días, es la confirmación de un pueblo que exige que la democracia sea el espacio donde nuestro país garantice la vida frente a los intentos prorroguistas de los golpistas de palacio de gobierno.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino